miércoles, 29 de julio de 2009

PLANTAS(2100-4500) SOBRE EL NIVEL DEL MAR


Astragalus looseri (Hierba loca)
Region Metropolitana, La Parva, ChileAltitud: 1800-3200 m

Adesmia atacamensis ()
XV Region, Zapahuira, ChileAltitud: 3500 m

Adesmia argyrophylla ()
III Region, Juntas de Valeriano, ChileAltitud: 1900 - 2250 m.

Acantholippia tarapacana (Rica-rica)
XV Region, Putre, ChileAltitud: 2200-3000 m.

Acantholippia punensis ()
I Region, Colchane, ChileAltitud: 3700-4000 m.

Acaena splendens (Abrojo / Cadillo / Choncli / Amor seco / Cepacaballo)
VII Region, Paso Vergara, ChileAltitud: 2200 m.
Acaena sericea ()
Region Metropolitana, Embalse Yeso, ChileAltitud: 2600 m.

Acaena leptacantha (Pimpinela)
VII Region, Paso Vergara, ChileAltitud: 2700 m

Acaena alpina (Cepacaballo / Cadillo)
VII Region, Reserva Nacional Altos del Lircay, ChileAltitud: 1400-2200 m

Alstroemeria umbellata (Lirio de cordillera rosado)
Region Metropolitana, Camino a Termas Colina, ChileAltitud: 1800-2400 m

FLORA BOSQUE ANDINO




Características generalesBosque de la parte alta de nuestras montañas, formado por árboles relativamente bajos y con hojas en promedio pequeñas, y con el sotobosque muy denso, a veces impenetrable. Las ramas y troncos suelen estar cubiertos por una gran cantidad de plantas epífitas, como musgos, bromeliáceas y orquídeas.El bosque andino crece en la franja de clima frío de Colombia y sus temperaturas pueden bajar mucho en la noche. Algunos bosques andinos crecen en zonas montañosas donde casi todo el tiempo se encuentran nubes: estos bosques son muy húmedos y se los conoce como bosques de niebla andinos. Otros bosques andinos pueden crecer en zonas secas, donde van siendo reemplazados por matorrales semiáridos.Las plantas y animales del bosque andino presentan un alto grado de endemismo, con muchas especies restringidas a áreas relativamente pequeñas. La diversidad global de los bosques andinos de Colombia es muy alta.El origen de los bosques andinos es relativamente “reciente” en términos geológicos, correspondiendo con el levantamiento de los Andes hasta alturas cercanas a las actuales en los últimos 6 millones de años. Este levantamiento hizo que en estas regiones tropicales aparecieran tierras con clima frío, permitiendo que especies de plantas y animales de latitudes elevadas entraran a Colombia. Entre ellas podemos mencionar los robles (Quercus) y zarzamoras (Rubus) del hemisferio norte y los encenillos (Weinmannia) y ajíes de páramo (Drimys) del hemisferio sur. El levantamiento de las montañas también favoreció que un sinnúmero de especies tropicales fueran evolucionando en los nuevos hábitats.Distribución en el paísSierra Nevada de Santa Marta y las tres cordilleras andinas, desde unos 2400 m.s.n.m. hasta el límite superior del bosque (usualmente entre 3300 y 3800 m.s.n.m.)FloraA diferencia de lo que ocurre en zonas bajas, en los bosques andinos suele presentarse la dominancia numérica de una o unas pocas especies de árboles sobre las otras. Uno de los géneros más importantes de árboles dominantes en los distintos bosques andinos de Colombia son los encenillos (Weinmannia.) Otros árboles dominantes en bosques andinos del país son los cedrillos (Brunellia), robles (Quercus, Trigonobalanus), pinos romerones (Podocarpaceae), alisos (Alnus), palmas de cera (Ceroxylon), tíbares y rodamontes (Escallonia), colorados (Polylepis), raques (Vallea), arrayanes (Myrcianthes), gaques (Clusia), taguas (Gaiadendron), laureles de cera (Myrica), sietecueros y tunos (Tibouchina, Miconia, etc.), moquillos (Saurauia), granizos (Hedyosmum) y manzanos (Clethra), entre muchos otros.Entre las familias más diversas de plantas leñosas en el bosque andino se cuentan las Asteraceae (familia de los frailejones y margaritas), Ericaceae (familia de los uvos de monte), Lauraceae (familia del aguacate), Melastomataceae (familia de los sietecueros) y Rubiaceae (familia del cafeto.) Es muy notorio el número de especies endémicas que hay en varios de estos grupos de plantas, por ejemplo en las Melastomataceae del género Miconia y en muchas Asteraceae.Comparado con otros bosques de Colombia, el bosque andino es particularmente rico en especies de líquenes y briófitos (musgos y sus parientes, las hepáticas), que crecen sobre las ramas de los árboles o forman colchones sobre el suelo, rocas y troncos caídos. También crecen sobre troncos y ramas numerosas bromeliáceas, orquídeas y helechos y las carnosas Peperomia.
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FLORA BOSQUE ALTO


La amapola se siembra en pisos térmicos entre 2.800 y 3.200 metros de altura sobre el nivel del mar, precisamente donde se ubica el bosque alto andino responsable de la captación y regulación de agua. Es necesario recordar que una hectárea cuadrada de bosque, absorbe 30 metros cúbicos de gas carbónico; por esa razón cuando el bosque desaparece, se incrementa el gas carbónico en la atmósfera. Una de las formas más elementales de impedir la proliferación de orificios en la capa de ozono consiste en la captación de gas carbónico a través de los bosques. El ozono es un poderoso contaminante secundario que se forma cuando los óxidos del nitrógeno y los hidrocarburos orgánicos volátiles sin quemar, se combinan con el oxigeno bajo la acción de la luz solar.La insostenibilidad de la agroindustria colombiana está llegando a su límite porque inclusive los cultivos ilícitos han hecho presencia en la zona cafetera del Quindío donde la arroba de café en el 2.002 se pagó a 30.000 pesos. Allí, entre los 1.800 y los 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar ya se encuentran cultivos de café, amapola y coca formando parte del mismo paisaje.

FLORA PARAMO


El ecosistema Páramo
Los páramos son ecosistemas de alta montaña neotropicales, distribuidos desde Costa Rica hasta el norte del Perú, a alturas generalmente superiores a 3,000 m. Están distribuidos discontinuamente entre los 11° N y 8° S, como "islas dentro de un mar de bosque" en el noroeste de Sur América, principalmente en Venezuela, Colombia y Ecuador, con algunos relictos en Costa Rica, Panamá y el norte de Perú. Los páramos presentan generalmente un clima frío y húmedo, con súbitos cambios climáticos. Aunque la fluctuación de temperatura anual es pequeña (2 a 10 °C), los cambios de temperatura diaria varían desde el punto de congelación hasta los 30 °C. Estas fluctuaciones producen un ciclo diario de congelación, aumento de temperatura y fuerte exposición a la radiación solar que algunos autores han descrito como un "verano cada día, invierno cada noche" (Hedberg, 1964).
En los páramos se encuentra una biota característica, adaptada a condiciones físicas extremas propias de la alta montaña tropical (i.e., alta radiación solar, baja presión atmosférica, cambios diarios extremos de temperatura y marcada estacionalidad de lluvias). Estos ecosistemas aparecieron hace ca. 15—5 millones de años, con el surgimiento de la Cordillera de los Andes, la Sierra Nevada de Santa Marta y las montañas centrales de Costa Rica. Con estos levantamientos, algunos representantes de la biota de las selvas tropicales bajas se adaptaron a las nuevas condiciones ambientales, apareciendo así la biota autóctona de los páramos. A su vez, elementos Antárticos y Holárticos, adaptados a condiciones ambientales similares en altas latitudes, migraron desde el Sur y el Norte del continente respectivamente hacia el trópico, encontrando en los páramos hábitats apropiados para su establecimiento.
La marcada disección de estos ecosistemas en los picos de las montañas, acompañada de eventos de expansión y contracción de los mismos durante las glaciaciones del Pleistoceno, favorecieron los procesos evolutivos de diferenciación de poblaciones e intercambio genético entre ellas, generando múltiples eventos de diversificación. Así mismo las condiciones climáticas extremas han ejercido fuerte presiones sobre la biota de los páramos llevando a que en ellos se hayan dado múltiples eventos de radiación adaptativa y de convergencias evolutivas, dando como resultado un alto endemismo de especies emparentadas, y formas similares en grupos de distintos orígenes. Como ejemplo de los primeros encontramos varios géneros endémicos de plantas con un elevado número de especies como Espeletia, Aragoa, Jamesonia, entre otros. Las convergencias más comunes son hábitos en forma de roseta y cojines, al igual que reducción del tamaño de las hojas o la presencia un denso indumento blanquecino, observadas en muchas plantas del páramo. Como resultado, observamos en los páramos, hoy en día, una biota única y muy diversa, cuyo conocimiento y conservación debe recibir una especial atención.
Un páramo en época seca, durante su máxima expresión de floración es un espectáculo natural sin igual. A su vez, en época de lluvias, puede llegar a ser un lugar inhóspito, pero aún con un gran encanto. Su flora ha deslumbrado a botánicos y naturalistas por siglos (Fosberg 1944, Cuatrecasas 1948, Luteyn 1999). Desafortunadamente, y a pesar del intenso estudio de su vegetación, no existe aún una Flora de los Páramos. Un primer intento por elaborar una Flora de los Páramos, fue el trabajo de Volkmar Vareschi, quien publicó un magnífico texto con dibujos y fotografías de las plantas de los páramos circundantes a Mérida en Venezuela (Vareschi, 1970). Recientemente, James L. Luteyn, ha compilado en un tomo de gran utilidad, la literatura botánica, listados de especies y localidades geográficas de los páramos (Luteyn, 1999).
La flora del Páramo del Parque Nacional Natural Chingaza
En el Parque Nacional Natural Chingaza el ecosistema de páramo, aparece abruptamente entre los 2800 y 3000 m de elevación al terminar los bosques nublados. Aquí el paisaje del páramo se caracteriza por la presencia de extensas praderas onduladas con pequeños parches de bosques aislados o resguardados por los grandes riscos que las rodean, estos últimos producto del quebramiento de grandes lajas sedimentarias. Es común encontrar numerosos vestigios de las grandes masas de hielo glaciar, que en varias ocasiones cubrieron esta región durante los últimos 40,000 años. Entre éstos se tienen cañones bordeados por paredes escarpadas, con piedras pulidas por las corrientes glaciares. Las mayoría de las lagunas que hoy en día salpican el paisaje, también son producto de estos "ríos de hielo", cuyos frentes arrastraban grandes cantidades de tierra y piedras formando hondonadas rodeadas de pequeñas montañas. Las partes mas altas, has sido esculpidas en diversas formas irregulares por hielo y agua, las cuales en Chingaza se conocen localmente como "órganos".
La flora del Páramo de Chingaza ha sido estudiada y colectada por mas de tres siglos. Desde su constitución como Parque Nacional se han realizado en él numerosos estudios detallados de su vegetación. Entre éstos, cabe destacar los trabajos primordialmente fitosociológicos realizados por biólogos colombianos y extranjeros en la década de los 70’s (Cleef 1977, 1978, 1979, 1981, Ortíz & Rubio 1979, Franco 1982, Torres de Martínez 1982, Santana Castañeda 1983, Segura et al. 1984a, 1984b, Franco et al. 1986). Posteriormente, a principios de los 80’s, la Unidad de Ecología y Sistemática de la Universidad Javeriana inició el proyecto "Elaboración de la Flora Fanerogámica del Parque Nacional Natural Chingaza" (Bernal & Jiménez 1991, Jiménez & Bernal, 1991, Vargas-Ríos & Rivera-Ospina1991). Resultados parciales de este último, fueron publicados en varios números de Cuadernos Divulgativos, publicación de distribución limitada de la Universidad Javeriana.
En la actualidad se cuenta con un buen conocimiento taxonómico de la flora del Páramo de Chingaza. Sin embargo, este conocimiento se limita a listados de nombres de especies y la mayoría de los trabajos están consignados en documentos de difícil acceso, comúnmente llamados "literatura gris" (i.e., informes, documentos internos, tesis, etc.).